viernes, 27 de diciembre de 2013

N. Coste. Récréation du guitariste II, Op. 51

Bajo este título, N. Coste reúne 14 piezas para guitarra, que, como habeis visto, he dividido en dos partes. 
Son piezas de mediana dificultad, sumamente interesantes para alimentar el repertorio de jóvenes guitarristas.
A parte de la Barcarolle inicial, que es la obra más conocida, podemos destacar el Andantino nº 4, el Rondeau nº 6, el Valse nº 8, y Melancolie nº 10.




viernes, 13 de diciembre de 2013

N. Coste. Récréation du guitariste I, Op. 51

Napoleón Coste fue un guitarrista y compositor francés nacido a principios del XIX, y cuya gran longevidad le permitió desarrollar un amplia actividad a lo largo de dicho siglo (1806-1886). 
Comenzó muy pronto el estudio de la guitarra de la mano de su madre y a los 18 años dio su primer concierto patrocinado por la Sociedad Filarmónica de Valencinnes. 
Una vez instalado en París entabla relación con los artistas de la época, entre ellos D. Aguado y F. Sor, de quien no consta que fuera alumno, pero si sabemos que publicó una revisión de su famoso método.
Su inquietud investigadora le llevó a utilizar diferentes tipos de guitarras, entre ellas una guitarra de siete cuerdas. Como podremos ver en algunas de las siguientes piezas, aparece la nota RE grave que podríamos resolver bajando la sexta cuerda. Sin embargo, eso nos complicaría algunas digitaciones. Si no disponemos de una guitarra de siete o más cuerdas recomiendo subirlo una octava.



jueves, 5 de diciembre de 2013

F. Tárrega. Recuerdos de la Alhambra

Esta obra fue compuesta en 1896 al regreso de su estancia en Granada. Concebida inicialmente como un estudio de trémolo, su extraordinaria repercusión la ha convertido en una de la  obras cumbres del repertorio.
El trémolo consiste en la repetición rápida, en igual duración e intensidad, de una nota, produciendo la sensación de un sonido prolongado. Es frecuente su utilización en instrumentos de cuerda con pulsación de púa como la mandolina, bandurria, etc.
En la guitarra se ejecuta técnicamente con la pulsación de
pulgar (quien desarrolla un bajo) seguido del anular, medio e índice. Si bien el elemento técnico es muy importante, no lo es menos la parte dinámica y expresiva que hay que cuidar al máximo.
De las numerosas versiones que se han realizado, la más curiosa es, probablemente, la que aparece en la banda sonora de The Killing Fields (Los sonidos del silencio), realizada por Mike Oldfield en 1984 con sintetizadores, lo cual, le proporciona una perspectiva totalmente diferente.