Su acercamiento a la guitarra fue a través de un aficionado gijonés quièn le asesora en el aspecto técnico.
Su obra destaca por su sensibilidad melódica y expresiva, y no cabe duda que la guitarra fue un vehículo ideal para ello.
Sus piezas para guitarra fueron publicadas en ediciones locales y tiradas muy limitadas:
Tres piezas para guitarra (Danza, Cántico y Arabesca) 1982.
Seis piezas para guitarra: Vol 1 (Dos apuntes coloniales, Pasodoble); Vol 2 (Intermezzo, Dos preludios) 1987. El Intermezzo tiene una vesión para flauta y guitarra sin publicar.
El segundo de sus dos preludios esta escrito en la tonalidad de Do mayor. Desde el momento en que cayo en mis manos, siempre he tenido la sensación de que la tonalidad ideal para obtener la mejor sonoridad era bajarlo una tercera menor (La mayor).
Aquí podéis comprobar esta versión y conocer un poco la música de esta compositor gijones.